Argumento 4: El patrón (o razón) colonial hacia la filosofía andina

Argumento 4: El patrón (o razón) colonial hacia la filosofía andina[1]

Una ausencia llamativa en la filosofía peruana es la de las matemáticas, por eso el título de este capítulo. Ese tema se expondrá más adelante.

En los dos primeros años de investigación fui tendiendo a que la lingüística no era necesariamente la vía para hallar la episteme, sin embargo, dado que es convencional andar ese camino, además partiendo de la posibilidad de que el lenguaje influye en la concepción de las cosas, es decir, en la posibilidad de que yo esté influenciada y, por lo tanto limitada y sesgada, no he dejado de acudir a ella, a la lingüística.

Por ello un autor importantísimo es Torero, pero primero me he dedicado a Mejía Huamán porque su obra Hacia una Filosofía Andina (2005) combina mi búsqueda con su vía.

El objetivo de este análisis de caso fue hallar el patrón colonial que se revelaría en fundamentos clasicistas y universalistas, y tomé una obra, la de Mejía. Primero revisé la bibliografía y me di cuenta de que Lorente no es referencial a pesar de su obra educacional básica, sin embargo refiere a Alberdi, por un papel similar al anterior aunque exclusivamente respecto de la filosofía. Siguiendo con la bibliografía de Mejía, me llamó la atención la referencia a Sobrevilla, de quien únicamente he leído por una referencia de Miró Quesada[2]:

    […]en 1986, enunciará un programa frente a la tradición filosófica occidental en su libro “Repesando la tradición occidental”, que comprende tres tareas: apropiarse del pensamiento filosófico occidental, es decir, convertir en propio algo que originalmente fue ajeno; someter a crítica este pensamiento y, finalmente, replantear los principios y reconstruir el pensamiento filosófico, considerando los más altos estándares del saber y, al mismo tiempo, la peculiaridad de la realidad peruana y latinoamericana a partir de sus necesidades concretas.

Asimismo, con Mejía hay coincidencia en referentes como Aristóteles y su Metafísica, o Metodología de la investigación, de Bunge, o Víctor Mazzi acerca de Juan Yunpa, o Mito y racionalidad en el manuscrito de Huarochirí, autor de quien consulto Inkas y filósofos (2022). Y es interesante saber que ha escrito el título La sexualidad andina y la cultura de paz, o encontrar otros como el de Antonio Peña Cabrera (1988): La racionalidad occidental y la racionalidad andina, o Pensamiento prehispánico y filosofía e ideología en Latinoamérica (s/f) de María Luisa Rivara de Tuesta. Indudablemente hay enormes cantidades de material interesante para pensar el Perú.

Acabada la revisión bibliográfica, el ejercicio consistió en transcribir su glosario y algunos párrafos al azar, comenzando por el último de su libro, en el que se distingue una peculiar mirada al Otro, aquel que sólo podría pensar y saber siendo alfabetizado. A la fecha casi todo el Perú está alfabetizado[3], pero antes de ese estado, desde hace décadas y siglos, también pensaba, poseía memoria y expresaba alguna visión de las cosas. A continuación la conclusión de Mejía:

Mientras no se supere en el mundo andino la situación de los: qhawaq ñausa, esto es quien tiene ojos y no ve, (analfabetismo) el horizonte de la reflexión y la acción serán siempre limitados. (p. 220)

[previamente] Como es de nuestro conocimiento, Pachamama, procede de la aglutinación de dos palabras del runasimi que respectivamente significan: pacha: espacio, tiempo, naturaleza y mundo; y Mama: madre. Algunas veces se ha traducido como “Madre tierra”, traducción con la que personalmente no estamos de acuerdo porque ella la limita sólo a la significación de tierra. Si la acepción [sic] “Madre tierra” fuera correcta, en quechua se diría allpa mama y no Pachamama. Allpa significa tierra de cultivo, como soil en inglés. [Pacha es] modo natural de ser, esencia [sic], condición natural, índole, constitución, clase, naturaleza corporal, figura, rasgo y no paqariy que sería equivalente a gnatus latino. (pp. 146 – 147)

[…] La explicación andina de pacha se inicia a partir de la tierra; esta, la tierra, es pacha, sólo cuando ha recibido la fuerza transformadora del hombre; en caso contrario, es simplemente allpa, tierra, (soil en inglés). En cambio, en los contrafuertes orientales de los Andes, en la selva (yunka), donde la naturaleza es prácticamente vegetación, la madre naturaleza está representada por un sach'a mama (madre árbol) y, por la yakumama (madre agua) en la costa, qocha mama (madre mar) es la madre de todo, el argé. Remarcamos, "Pachamama" no es cualquier espacio sino el que ha sido transformado por el esfuerzo del hombre. Contrariamente éste no es una madre, sino una "no madre", capaz de quitarle su apoyo, su salud bienestar material y espiritual, pero de ninguna manera inducirlo al pecado. (p. 149)

Esto significa que pacha será más materna para el hombre andino, en la medida en que éste transforme la naturaleza para producir bienes. Contrariamente, la naturaleza que no ha recibido la acción del hombre en quechua recibe el calificativo de salqa. En pocas palabras, podríamos sostener que el trabajo del hombre transforma a la tierra en morada del hombre en su casa, Aquí se da una coincidencia interesante con el concepto latino de domus que significa casa. En tal sentido el culto dado por los andinos debe ser interpretado no en el sentido estrecho de "madre tierra" sino, como el culto a "madre naturaleza". Sin duda, porque todo se encuentra contenido en ella; nosotros y todas las demás cosas. (p. 150)

[previamente] Sin lugar a equivocarnos podríamos sostener que el tránsito de las concepciones del mundo a la primera fila, en el escenario de la reflexión filosófica, ha jugado un papel importante en la crisis de la racionalidad moderna. Bochenski en su libro “Filosofía actual” ya había venido advirtiendo desde 1947 que la escuela irracionalista que había aparecido como una de las corrientes menores durante el siglo XIX63, había tomado cuerpo de ciudadanía en el siglo XX. Como podemos deducir del propio término “irracionalismo”, esta corriente filosófica puso en tela de juicio la universalidad de la razón occidental; esto es, puso en duda la universalidad de la visión occidental del mundo. (p. 58)

[…] tomando posición junto a Dilthey y Peñaloza que sostienen que cada cultura tiene su propia forma de ver el mundo, pero, que dicha visión no es una filosofía, como proponen Miró Quesada y Scannone sino la base sobre la cual se conciben la filosofía, la estética, la religión, etc. Concluiremos la exposición señalando que existió en los Andes precolombinos una concepción propia del mundo y más no una filosofía. Que la filosofía andina o peruana está en construcción a partir de lo universalizable de nuestra concepción propia del mundo. (p. 59)

¿Cómo hablar de filosofía andina negándola con una base tan endeble como el primitivismo tan desarrollado en el territorio pre peruano? ¿Con qué leyes físicas "sin base filosófica ni estética ni religiosa" tan sólo se desarrollaron tecnologías constructivas, se conectaron localidades o se ejecutaron decenas de miles de emplazamientos, con distintos materiales y formas, que no han desaparecido entre eventos naturales en, mínimo, cinco mil años?

Es comprensible el modo de procesamiento mental de datos en un país cuyas sociedades civiles (citadinas) hemos venido heredando y conservando, sin desarrollar realmente, instrumentos físicos y psíquicos clásicos y universalistas. Y aunque el lenguaje no determina el pensamiento ni su ausencia, sí puede influir en la conducta y en la actitud, en la receptividad y en el tipo de diálogo y, particularmente, en la vitalidad y confianza en nuestra participación en el mundo.

La episteme buscada no es “mejor” porque sea más original o más antigua: se trata de acercarse mediante análisis de casos a la verdad del pasado-presente de nuestro país. El valor de la episteme buscada está en su calidad de pilar justificatorio, tanto para la comprensión como para la proyección del mundo.


[1] Mejía Huamán, M. (2005). Hacia una filosofía andina. Doce ensayos sobre el componente andino en nuestro pensamiento. PDF en línea.

[2] Miró Quesada, F. (2014). David Sobrevilla, gran pensador. Párrafo reconfigurado para sistematizar los datos. El Comercio. En: http://elcomercio.pe/opinion/columnistas/david-sobrevilla-gran-pensador-francisco-miro-quesada-c-354980

[3] INEI (2016). Cobertura de alfabetización en el Perú llega al 94,1% de los peruanos de 15 a más años de edad. En: https://m.inei.gob.pe/prensa/noticias/cobertura-de-alfabetizacion-en-el-peru-llega-al-941-de-los-peruanos-de-15-a-mas-anos-de-edad-9949/ 

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